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Campaña Electoral 2005

06 noviembre, 2005

Hermes Binner: "Mejorar a Kirchner sería algo titánico"(La Nación)

El socialista Hermes Binner, que en las últimas elecciones arrebató Santa Fe al peronismo, afirma que Kirchner ha representado "un avance extraordinario" para el país, pero lamenta que al mismo tiempo le falte "espíritu crítico" y voluntad de diálogo
Hermes Binner es y se muestra como un médico de provincia. Incluso, hasta parece disfrutar acentuando el trato campechano, remarcando la tonada suave de los rosarinos y absorbiendo a mansalva casi todas las "eses" de sus frases breves.
Extrema la cautela por no mostrarse eufórico ante los resultados de las últimas elecciones santafesinas, en las que derrotó cómodamente al peronismo gobernante desde 1983. Ganó por casi diez puntos con una coalición a la que bautizó Frente Progresista Cívico y Social, integrada por un sector de la UCR, el partido de Martín Sabatella, el PI y movimientos sociales. Una alquimia por centroizquierda que le terminó arrebatando al kirchnerismo uno de los distritos más importantes.
Claro que la relación entre Binner y el Gobierno nacional no siempre fue así de tensa; todo lo contrario. En los albores del gobierno K, este ex intendente socialista, de 62 años, entraba y salía de la Casa Rosada con más naturalidad que muchos peronistas. Por entonces el Presidente buscaba una construcción -que algunos anticipan que ahora reflotará- con el progresismo no peronista. Eran los amagos de la primera transversalidad
Pero con el tiempo, las cosas resultaron al revés: la urgencia por ganar aquel distrito clave hizo que Kirchner se fuera recostando, cada vez más, en el aparato tradicional del PJ, y hasta la primera dama llegó a denunciar en Rosario, en el fragor de la campaña, un "pacto de la oposición" destinado a poner palos en la rueda al proyecto político de su marido.
La primera impresión que ofrece Binner es la de un hombre moderado al extremo, incluso tímido. Pero al cabo de una hora de entrevista se va destapando un Binner más verdadero, más pícaro, con definiciones más jugadas y jugosas, que se contrapone sorpresivamente con su primera cara, la del adversario políticamente correcto.

-¿Se agrandó por haberle ganado a Kirchner en uno de los distritos más importantes del país?
-(Se ríe) No... Los santafesinos entendieron nuestro mensaje. Kirchner vino dos veces a Santa Fe. Viajó con todos sus ministros, salvo (Roberto) Lavagna. Pero cuando la gente tiene decidido su voto, es muy difícil cambiarlo.

Ahora, lo que no queda claro es cómo se va a posicionar en el futuro. ¿Será un competidor o un aliado del Presidente?
-Mire, nosotros fuimos por separado en las elecciones. Sin embargo, creo que se puede tener una visión crítica y apoyar lo que signifique mejorar la situación del país. Además, antes que incrementar el número de coreutas, creo que el Presidente necesita tener espíritu crítico, capaz de señalar alternativas.

-¿Y hay muchos coreutas en el entorno presidencial?
-Bueno, indudablemente, hay muchos que, hasta hace poco, eran menemistas de la primera hora y ahora que se bañaron en las aguas del Jordán creen que ya están en la construcción kirchnerista. Pero eso a nosotros no nos preocupa. Lo que nos preocupa es cómo hacemos para que la producción mejore; cómo se hace para que la educación comience a funcionar bajo la idea sarmientina de integrar a los distintos sectores sociales, o cómo reemplazar los programas Jefas y Jefes de Hogar por trabajo solidario. Queremos debatir sobre problemas concretos.

--Algunos especulan con que, después del domingo 23, usted se perfila como candidato a gobernador de Santa Fe, y otros con que hasta puede ser un presidenciable.
-Mire, si ahora, con los votos que nos dio la gente, queremos ser rey de las dos Sicilias, vamos mal. Tenemos que terminar con esa especulación. De cada diez personas que caminan por la calle, cuatro están excluidas; entonces, ¿adónde vamos con esta carrera? Si queremos recuperar la credibilidad, tenemos que empezar a desarrollar la tarea con la que se nos honró. Además, lo que pasó el 23 de octubre fue una bisagra. La gente fue a votar.

-Su aliado, Sabatella, criticó a Kirchner porque, según él, no se puede construir una nueva política con viejos intendentes, como Mario Ishi o Raúl Otacehé. ¿Coincide?
-Con sinceridad, creo que hemos avanzado significativamente. Hay que recordar de dónde partimos y que en 2001 estábamos en el pozo de la historia. Kirchner es un avance extraordinario; no se puede dejar de valorar la renovación de la Corte Suprema o la política de derechos humanos, pero es indudable que, en materia de inclusión social, tenemos numerosas materias pendientes.

-Sin embargo, ya que se interesa por las estadísticas, le cuento que 4 de cada 10 argentinos no eligieron a nadie en las urnas. Es más, hubo localidades santafesinas en las que a usted le ganó el voto en blanco.
-Pero hace dos años fue peor; no nos olvidemos que esta fue una elección legislativa, que demanda menos atención de la gente. Tenemos que ser muy cuidadosos; lo que ha pasado en Haedo o en Avellaneda esta semana son síntomas de una sociedad que no se ha recuperado. Tenemos una democracia débil todavía, donde hay una gran desigualdad social, que es la madre de todas las tensiones. No quisiéramos que se desate una ola de violencia social.

-¿Lo convocó Kirchner a la Rosada después de las elecciones?
-No; sólo he recibido un llamado de felicitación del secretario Oscar Parrilli y del vicepresidente, Scioli

-Ahora, si el Presidente lo convoca a un frente kirchnerista transversal, ¿usted le dice sí o no?
-Le reitero, nosotros estamos en el Partido Socialista; lo que nos gustaría muchísimo es tener un diálogo, como partido, con el Presidente

-¿Y Kirchner es proclive a abrir ese diálogo?
-No; Kirchner no es proclive a ese tipo de diálogo, aunque, de todos modos, hay una situación de crisis de los partidos. Hay partidos nuevos que están naciendo y otros viejos que crujen y dan lugar a hechos muy interesantes. En la crisis está la oportunidad.

-¿Le gustaría algo así como una concertación?
-Hace falta un Consejo Económico y Social, convocado por el Presidente, preferentemente con rango ejecutivo.

-Pero, ¿no es muy personalista Kirchner para motorizar esa convocatoria?
-Bueno, esa es otra cuestión; no le puedo resolver todo. Mejorar a Kirchner ya sería una tarea titánica. Pero nosotros siempre creemos en el mejoramiento del ser humano. Si él se lo propone, irá mejorando.

-Su coalición obtuvo cinco diputados por Santa Fe. ¿Los sumaría a un bloque K en el Congreso?
-No, porque nosotros no estamos en el Frente para la Victoria; estaremos en el bloque socialista.

-¿Y un interbloque?
-Ah, eso puede ser. Nos interesa el Congreso como espacio para generar acuerdos, pero también para marcar alternativas.

-Al Presidente le gustaría un modelo en el que coexistan la centroderecha y centroizquierda, atendiendo a esta crisis de los partidos tradicionales que usted mencionaba. ¿Cómo lo ve?
-A mí no me entusiasma esa definición. Nosotros participamos en la Alianza -aunque nunca tuvimos un cargo político allí-, en la que De la Rúa era supuestamente de centroizquierda.

-Pero a Carlos Reutemann sí lo conoce y hoy también es aliado de Kirchner. -Bueno, pero es impensado que Reutemann sea de centroizquierda. Entonces, tenemos que salir de los adjetivos e ir a lo sustantivo. Que los chicos coman no es de centroderecha ni de centroizquierda: es humano.

-Usted me marcó coincidencias. Pero, ¿cuáles son sus disidencias concretas con la actual gestión?
-Bueno, nos parece desacertada la política de integración social. Hoy, por goteo, pasamos del 50 al 40 por ciento de excluidos, pero para perforar ese techo son necesarias políticas activas de generación de empleo, que hoy no vemos en el programa del Gobierno. Ha sido acertada, por otro lado, la propuesta basada en el comercio exterior, y no en la dolarización de la economía.

-O sea que tiene cuestionamientos a algunos aspectos del modelo económico.
-No, yo creo que hoy la principal crisis es política.

-A ver, explíquenos mejor.
-No tenemos un modelo político que acompañe al desarrollo económico global. Básicamente porque no respetamos la Constitución, cuando lo que necesitamos es que los tres poderes funcionen con independencia. El exceso de los decretos de necesidad y urgencia hace que se restrinja al Congreso, y eso no es nada bueno.

-¿Y la Justicia?
-Kirchner acierta en el desarme de la mayoría automática en la Corte, pero tiene que haber una forma propia de renovación de la Justicia, que todavía no está en marcha.

-Escuchándolo, no se entiende por qué no comparte un mismo espacio con Elisa Carrió, por ejemplo. ¿Están peleados?
-Peleados, no, pero tenemos formas de construcción distintas. Evidentemente, la categoría de "me opongo a todo" es difícil de asimilar en un país con el 40 por ciento de excluidos.

-¿Y esas diferencias impiden que se unan en el futuro? -
En el futuro no sé, pero hoy sí porque ella expresa públicamente que prefiere un liberal honesto a un socialista deshonesto.

-¿A qué se refiere?
-No me lo pregunte a mí. Si hay algo que ha coronado la gestión del socialismo, que gobernó Rosario durante 16 años, es la transparencia. Pero, ¿sabe qué pasa? En Argentina no es fácil construir coaliciones mientras cada uno se sienta dueño de la verdad. Cuando el progresismo argentino va a la asunción de Ricardo Lagos, dice: "Hay que hacer esto en Argentina". Cuando van a la de Tabaré, lo mismo. Pero el entusiasmo les dura hasta que pisan de nuevo la frontera. Y ¿sabe por qué? Porque todos quieren ser Gardel.

-Hace un tiempo, ensayó un armado transversal con jefes comunales en el que estaba Aníbal Ibarra. ¿Qué piensa de él hoy?
-Humanamente, una excelente persona.

-Políticamente, Binner.
-Ah, bueno, políticamente, está en una situación compleja a raíz de esta desgracia que ha sido Cromagnon.

-¿Sumaría a Ibarra en un frente de centroizquierda, de cara al futuro?
-¿Y por qué no? Claro que sí.

-Lo llevo al futuro, entonces. En un ejercicio de imaginación, le planteo un hipotético ballotage entre Macri y Kirchner, en el 2007. ¿Por quién se juega?
-Por Kirchner. No, mire... hay ciertas cosas en las que no se puede dudar.

Por Laura Di Marco

31 octubre, 2005

El renacimiento socialista (Ricardo Falcón para La Capital)

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El historiador Ricardo Falcón analiza las raíces históricas del ascenso del PS en la provincia, pero además arriesga una hipótesis de su crecimiento en el sur santafesino mientras decae la Democracia Progresista

En las recientes elecciones, los observadores capitalinos han señalado dos fenómenos llamativos. En primer lugar, el Frente Progresista, del cual el Partido Socialista aparece como su componente más dinámico, ganó en la provincia de Santa Fe y con particular amplitud en Rosario. Si bien no es en absoluto desdeñable la presencia de la UCR, la consolidación del socialismo en el sur santafesino constituye un dato mayor. En segundo lugar, en el nivel nacional el Partido Socialista alcanzó un cinco por ciento. Tampoco deja de ser llamativa esta performance de un partido que nacionalmente en forma orgánica no existía hace tres años. Estos fenómenos, una presencia, modesta, pero ascendente del socialismo en el ámbito nacional después de muchos años de desaparición orgánica virtual en ese nivel y su constitución como fuerza política relevante en Rosario (donde hasta los recientes años noventa, no había tenido históricamente una incidencia decisiva), merecen una explicación que vaya más allá de los análisis de coyuntura. Una explicación alternativa y complementaria, a la vez, puede encontrarse en la historia, especialmente en la de las tradiciones e identidades políticas. Como se sabe, el actual Partido Socialista es el resultado de la unificación en el 2002 del Partido Socialista Popular (PSP) y el Partido Socialista Democrático (PSD). ¿Cómo fue posible esta reorganización del socialismo, después de la escisión de 1958, que deshizo el "viejo tronco" socialista que había existido desde la última década del siglo XIX?.

La hipótesis básica es que la socialista junto con la radical y la peronista constituyen las tres identidades políticas "históricas" argentinas que fueron producto de movimientos sociales que expresaban el proceso de formación de las clases modernas en el país: el proletariado, las clases medias urbanas y rurales, y la burguesía.Sin duda hubo otras identidades políticas "históricas", pero que se extinguieron, como el caso del anarquismo, o que no llegaron a corporizarse políticamente como el de las fuerzas conservadoras o las derechas nacionalistas. Tampoco las de vertientes de la izquierda leninista, a excepción del Partido Comunista, que en algunos momentos alcanzó una estructura nacional estable con cierto apoyo popular. Un caso particular es el del ARI que es todavía una identidad en formación y que aparece como la confluencia de otras anteriores: el peronismo, el radicalismo y cierta izquierda sindical.

Las claves

En el caso del socialismo la formación de su identidad política histórica puede simbolizarse en su participación en tres movimientos clave: la formación del movimiento obrero, el Grito de Alcorta y la Reforma Universitaria. El Partido Socialista vivió fuertes tensiones a lo largo de su historia -no siendo de las menores la existente entre lo corporativo y lo político- que algunas veces se transformaron en escisiones. Sin embargo, los golpes más duros los recibió a fines de la década del cincuenta del siglo XX. El primero vino de la postura a adoptar ante la proscripción del peronismo, que lo dividió entre Partido Socialista Argentino (PSA) y Partido Socialista Democrático (PSD). Mientras el segundo se abroquelaba en una postura contraria, el primero, sufrió el otro golpe, procedente, esta vez, del impacto de la Revolución Cubana que lo indujo a un estado de atomización. Paralelamente, surgía -con epicentro en Rosario- el Partido Socialista Popular (PSP), producto de una confluencia entre una de las ramas del PSA y un agrupamiento originariamente universitario, el Movimiento Nacional Reformista (MNR) cuyo principal inspirador había sido Guillermo Estévez Boero. Según se desprende de la lectura de los documentos de sus primeros congresos, el PSP se reclamaba marxista, pero su tónica fundamental era su insistencia en lo "nacional" y ponía énfasis en la necesidad de la comprensión del fenómeno peronista. Se insistía también en la cuestión democrática, su rechazo a las estrategias de lucha armada y la necesidad del "trabajo de masas".

En los ochenta, el PSP intensificó su carácter "socialista" aunque está definición existiera desde su origen.Mientras tanto, en Buenos Aires, el PSD se transformaba. La "vieja guardia" que había dirigido Américo Ghioldi fue reemplazada por nuevas camadas de militantes, donde sobresalió la figura de Alfredo Bravo, vinculado a la lucha por los derechos humanos. A esto se sumó el agotamiento del menemismo en el peronismo, y del Frepaso y la Alianza, marco que creó condiciones favorables para la reunificación de las dos fracciones socialistas que habían sobrevivido a la crisis de más de cuarenta años, y en el 2002 surgió el actual Partido Socialista, unión del PSP y el PSD. Pero es evidente que, más allá de las vicisitudes de la historia reciente de ambos agrupamientos, la reunificación se facilitó por la existencia de tradiciones comunes que se remontaban a una filiación identitaria socialista forjada históricamente.

El socialismo en Rosario

Ahora, resulta claro que la existencia de esa identidad "histórica" no es suficiente para explicar el fenómeno del resurgimiento con fuerte poder electoral del socialismo rosarino y santafesino. Tampoco agota las razones posibles el reconocimiento de una estrategia por parte del PSP que le permitió conservar viva la identidad socialista en la ciudad y en la provincia. La explicación debería ser más amplia. Porque lo paradójico es que el socialismo resurge, justamente, en una zona en la cual históricamente tuvo fuertes dificultades para hacer pie. La hipótesis central a considerar es que el socialismo en Rosario tuvo a principios del siglo XX, momento en el que nacionalmente se constituyó la identidad "histórica" socialista, su crecimiento relativamente obturado por la Liga del Sur y por la de su sucesor, el Partido Demócrata Progresista (PDP). También, por la particular fuerza que tuvo el anarquismo hasta 1912 y el peculiar populismo obrerista del radicalismo local. El PS detentaba presencia política, una cierta fuerza sindical y eventualmente alguna capacidad de movilización en las calles. Pero su perfil era inferior al que tenía en Buenos Aires.Las relaciones entre socialistas y latorristas eran contradictorias. Los dos tenían una característica común, eran partidos "programáticos". Es decir, tendían a representar al mismo tiempo la ciudadanía y ciertos intereses particulares, de clase social o de sectores de clase, aunque no fueran totalmente los mismos en uno y otro agrupamiento. Esto los diferenciaba del radicalismo, que era "movimientista".La provincia de Santa Fe había registrado dos procesos de modernización superpuestos. El primero, desarrollado entre 1852, momento de la batalla de Caseros y 1880 y cuyo eje principal fue el proceso de colonización agrícola en el centro provincial. El segundo, más netamente capitalista, había arrancado en esa última fecha y afectado sobre todo a la región sur y especialmente a Rosario.

El latorrismo tendía a representar a ciertos intereses rurales y urbanos surgidos de ese segundo proceso: comerciantes, propietarios de tierras, pero con influencia en una porción de los sectores populares y especialmente en el comercio minorista, como lo demostró el movimiento por rebaja de impuestos de 1909 impulsado por la Liga del Sur. El socialismo pretendía representar a la clase obrera, a los chacareros y a las clases medias urbanas. A pesar de los intereses sociales diferentes que defendían, ambos partidos tenían puntos de coincidencia: la integración de los extranjeros al régimen político -aunque el latorrismo lo reclamaba en forma más restringida-, el rechazo a las conspiraciones cívico militares, la participación electoral y la denuncia de fraude. También los unía el énfasis en la política municipal y la autonomía.En realidad, lo que los unía los enfrentaba al mismo tiempo. En las elecciones provinciales de 1912, el socialismo en Rosario obtuvo solamente 52 votos, cifra muy inferior a la que era su capacidad de movilización electoral. El dirigente radical de la época, Ricardo Caballero, adujo en sus memorias que los dos partidos habían marchado juntos. No hay ninguna prueba de pacto alguno, pero no es improbable que una cantidad de eventuales votantes socialistas haya optado por un voto "positivo" a una estructura más orgánica, como lo era la de la Liga del Sur. En las elecciones nacionales de 1932, el carácter de los dos partidos como "programáticos" habría estado en la base de la constitución de la alianza electoral bajo la fórmula De la Torre-Repetto. En décadas posteriores se fue produciendo una decadencia del PDP como partido regional alternativo al bipartidismo dominante. Este fenómeno requeriría un análisis mucho más complejo, pero sin duda no fue ajena en los tramos finales la vinculación de ese partido con la dictadura militar en el ámbito municipal. En ese marco, el socialismo rosarino comenzó a ocupar ese rol alternativo a la hegemonía peronista-radical en la ciudad. Sin dudas, las posteriores gestiones municipales de los socialistas fueron creando las condiciones para el resultado electoral del 23 de octubre en el conjunto de la provincia.

26 octubre, 2005

Binner le pidió al gobierno provincial que abra el juego (El Litoral)

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Para el diputado nacional electo sería saludable que Jorge Obeid convoque a una concertación a los partidos políticos y sectores sociales. Lo considera necesario para la gobernabilidad.
"El entusiasmo y la alegría ayudan a disimular al cansancio", dice Hermes Binner. El líder del Frente Progresista Cívico y Social, que a partir del domingo se convirtió en diputado nacional electo, hizo ayer un periplo por los medios de Buenos Aires; llegó a la madrugada de hoy a Rosario, y esta mañana estuvo en la ciudad de Santa Fe sobre todo, "para agradecer". En diálogo con El Litoral, consideró que esta elección marca el inicio de una nueva etapa en el país, y en ese contexto consideró que el gobierno nacional debería convocar a todos los sectores sociales. "Nos parece que sería muy saludable para el país que el presidente comience a llamar a los partidos políticos, y a hablar con los sectores de la sociedad civil para profundizar el crecimiento".

Pero Binner consideró que también en Santa Fe esta concertación es necesaria. "Este gobierno provincial es víctima de la Ley de Lemas, que permitía sumar en la sala de saldos y retazos y llegar. Pero después gobernar es otra cosa; significa legitimarse y eso le ha resultado muy difícil a la actual gestión. Creo que hoy, más que nunca, sería recomendable sumar propuestas desde lo económico, social y político para reconducir el destino de la provincia". Binner aclaró que el sector que lidera "nunca denostó la figura del gobernador; lo respetamos en su investidura pero no estamos de acuerdo con sus políticas y con su forma de manejar la justicia, la salud, la educación". Igualmente, aclaró que se trata de una decisión (la de convocar al diálogo) que debe tomar Obeid. "Esto es lo que nosotros pensamos que se debería hacer, pero nosotros no estamos en el gobierno. El gobernador tiene la potestad de llamar a todos, a algunos o no llamar a nadie".

En Santa Fe
El dirigente socialista consideró necesario estar en la ciudad "porque aquí tenemos una deuda de gratitud muy importante". No es para menos. El ex intendente rosarino admitió que el triunfo en Santa Fe fue por escaso margen, pero no se olvidó de lo que significa haber triunfado en una ciudad históricamente peronista. "La diferencia es exigua, pero está marcando una realidad que entusiasma de cara a un proceso de superación. Creo que hay una necesidad de cerrar heridas que hay todavía en el tejido social de esta ciudad, y tenemos que trabajar para que la Nación y la provincia ayuden a que Santa Fe recupere su esplendor". La lectura de los números en este distrito muestra varias particularidades: hubo un 35 % de ausentes y si a ello se suman los votos en blanco (9,45 %) y los anulados (8 %), resulta que más de la mitad de los votantes demostró apatía por todas las agrupaciones políticas. "Creo que este electorado está queriendo decir precisamente que no ha encontrado en la democracia una respuesta válida a sus demandas. Y el resultado tiene que ver con quienes gobernaron. En general, que la gente no vote nos debe preocupar a todos", advirtió. "Es necesario hacer esfuerzos para que la gente vuelva a creer; la gente en América Latina, en general, no está en contra de la democracia porque tiene el recuerdo de lo que fueron las dictaduras, pero sí está molesta con el sistema porque no ha encontrado el camino para resolver sus problemas fundamentales". La advertencia fue para toda la clase política. "Creo que hemos hecho bastante para empeorar la democracia como sistema; la culpa no es de la gente sino de quienes no hemos sabido captar los verdaderos deseos y necesidades de la población".

El futuro
Por más que todas las interpretaciones políticas así lo indiquen, Binner se resiste a considerar que la elección del domingo consolida su proyecto camino a la gobernación de la provincia en 2007. "El tiempo hoy es el de la diputación nacional... Si queremos devolver la credibilidad a los argentinos, tenemos que decir lo que pensamos y si nos toca, hacer lo que decimos. Nosotros llegamos al elector de la provincia con la idea de que se puede mejorar la relación de Santa Fe en el contexto de las provincias argentinas". En este sentido, consideró que Santa Fe aporta demasiado y es "injustamente discriminada" a la hora de repartir la torta nacional. "Necesitamos una mayor coparticipación, y cada vez que esto se puso en discusión, perdió Santa Fe. No se trata de un lobby -aclaró- sino de un trabajo común, porque estamos todos en la misma provincia. Porque aquí, cada uno va por su cuenta creyendo que es Gardel y en realidad, ninguno llega a Lepera", concluyó.

Llamados
El domingo por la noche, cuando la tendencia a favor de su lista ya era definida, Binner dijo a un medio de Rosario que hubiese sido un honor recibir el llamado de Néstor Kirchner para saludarlo. Esta mañana y consultado por El Litoral, el dirigente confesó que ayer lo llamó el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; y el vice presidente de la Nación, Daniel Scioli. "Me dijeron: Binner, lo felicitamos por el triunfo obtenido en la provincia de Santa Fe. Y me saludaron en nombre del presidente". Finalmente, ratificó su buena relación con el jefe de Estado, y consideró que también eso era "un honor".

El "huracán Hermes" sacudió al peronismo (La Nación)

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ROSARIO.- El paso arrasador del "huracán Hermes" sumió al justicialismo santafecino en una crisis inédita para un partido que ya había conocido el sabor de las derrotas electorales en esta provincia, pero nunca de la magnitud de la infligida por el Frente Progresista el domingo último. Por lo menos eso se desprende de las declaraciones poselectorales de sus principales dirigentes, que adelantan de alguna manera el duro debate interno que deberá enfrentar el Partido Justicialista (PJ) si quiere torcer el rumbo de la historia y retener la gobernación, que ostenta desde 1983, dentro de dos años. Es que la victoria del socialista Hermes Binner sobre el candidato del Frente para la Victoria, el concejal rosarino Agustín Rossi, alcanzó proporciones históricas: le sacó una ventaja de 9,68 puntos. Traducido en votos, significa una luz de 141.000 sufragios.

Las primeras reacciones en el PJ hablan de un mea culpa generalizado por la derrota. Sin embargo, no todo es lo que parece. El gobernador Jorge Obeid admitió su responsabilidad en la derrota. "No soy hombre de andar transfiriéndoles culpas a los demás", dijo. Pero a la vez envió un claro mensaje para que sus compañeros también tomen la porción que les corresponde en el fracaso electoral: "Yo acepto lo que me cabe a mí", concluyó. Por su parte, la vicegobernadora, María Eugenia Bielsa, tampoco asumió toda la culpa. "Yo me hago cargo de la responsabilidad que me cabe", dijo de manera casi calcada al gobernador Obeid. Después, volvió a explicar las razones por las que rechazó ser la candidata del PJ. "No me voy a sentir responsable por no haber aceptado una candidatura que en definitiva el presidente Kirchner jamás me ofreció", afirmó. Bielsa fue la primera opción del presidente Néstor Kirchner para encabezar la lista del PJ, pero rechazó el ofrecimiento con el argumento de que había sido elegida vicegobernadora y tenía que cumplir con ese mandato.

Todo empeoró cuando el entonces ministro de Justicia, Horacio Rosatti, también rechazó el ofrecimiento de Kirchner. Así fue como Rossi, la tercera opción, terminó convertido en el candidato peronista. En el PJ todos destacan el desempeño del concejal rosarino en las elecciones. Saben que nadie puede cuestionarlo, ya que se hizo cargo de la responsabilidad cuando el peronismo estaba 30 puntos por debajo del Frente Progresista. El domingo por la noche, Rossi fue claro. Dijo que no tenía nada que reprocharse y sentenció: "El Presidente puso en juego cuatro diputados y le devolvemos cuatro diputados". Y como tampoco nadie se anima a criticar a Kirchner, los platos rotos por el fracaso peronista del domingo los terminará pagando Juan Carlos Mazzón, el operador político presidencial a quien la senadora nacional Roxana Latorre responsabilizó por los "experimentos electorales" realizados en Santa Fe.

Pedido
Latorre aprovechó la ocasión para reclamar que se le devolviera a Carlos Reutemann el papel de "gran elector" peronista que perdió al dejarle a Kirchner armar las listas para estas elecciones. De paso, anticipó algo de la discusión que se viene en el peronismo, al pedirle a Obeid "una actitud más amplia y menos sectaria". Sin embargo, Reutemann es el único referente peronista que no ha dado señales de vida tras la derrota y sigue encerrado en su campo de Llambi Campbell. Sin embargo, en algún momento va a tener que participar del debate interno que seguramente dominará al PJ local y cuyo tono lo adelantó el diputado y caudillo de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González. "Después de una derrota como la del domingo, los peronistas de Santa Fe necesitan una explicación", sentenció.

Por Gustavo Ybarra Enviado especial

"Nos interesa trabajar juntos" (Rosario 12)


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"Hay sectores justicialistas que estarán" en el Frente Progresita, dijo el ganador de las elecciones. "Dijimos que comienza el cambio. Y el cambio está en marcha", apuntó.

Por Juan Carlos Tizziani

Hermes Binner ensayó ayer definiciones políticas que seguramente tendrán su lectura, dentro y fuera de la Casa Rosada. Ratificó el trato respetuoso al presidente Néstor Kirchner. "Nosotros no somos anti K. No nos interesa enemistarnos con el Presidente. Nos interesa trabajar juntos, desde nuestros lugares, desde nuestra posición, para que Argentina salga adelante", dijo. Interpretó el resultado de las elecciones del domingo como un signo de los tiempos por venir: "Debemos estar atentos porque se viene una transformación real en la Argentina", afirmó. Consideró que el Frente Progresista debe sumar a sectores del justicialismo. "Tenemos que darle cabida a sectores que son pilares en la construcción de este proyecto nacional y seguramente hay sectores justicialistas que están y estarán en esta coalición". Y no descartó un acuerdo estratégico con el kirchnerismo en el futuro. "Nuestra propuesta no es en blanco y negro, es en celeste y blanco".

-Sabemos que tiene un trato muy especial con el presidente Kirchner. ¿Hay posibilidades de una alianza con el kirchnerismo?
-Nosotros estamos siempre atentos a toda integración que mejore la vida de los argentinos. Nuestra propuesta no es en blanco y negro. Es en celeste y blanco. Y vamos a trabajar por una Nación solidaria, con valores, donde se respete la familia, se vuelva a creer en la integración de los barrios y de los pueblos del interior, en el absoluto convencimiento que la Argentina se recupera no desde el puerto de Buenos Aires hacia el interior, sino al revés: desde abajo hacia arriba, donde están los sectores que producen y trabajan. Como lo ha demostrado esta recuperación económica, donde fundamentalmente el campo le dio la gran posibilidad a la Argentina de volver a pensar en el futuro.

-Pero ya hay especulaciones de la prensa acerca de que podría ser candidato a gobernador en alianza con el kirchnerismo.
-No estamos hablando de candidaturas a gobernador en este momento. Tenemos un compromiso muy fuerte en el Frente Progresista que se tiene que seguir desarrollando y vamos a trabajar para consolidarlo en el tiempo. Pero tenemos que darle cabida a sectores que son pilares en la construcción de este proyecto nacional y seguramente hay sectores justicialistas que están y estarán en esta coalición.

-¿Qué sectores?
-Sectores del justicialismo -contestó Binner. Y cuando se le pidieron nombres, mencionó dos: el ex senador del PJ, Mario Papaleo. Y a un dirigente kirchnerista que estaba sentado muy cerca suyo: el ex candidato a intendente de Santa Fe, Erwin Zwiener. "Vamos a seguir trabajando con todos los sectores que quieran la construcción de una provincia y de un país mejor".

-Usted dijo que si ganaba Agustín Rossi ganaba el presidente. Pero si ganaba usted, el presidente no perdía. ¿Cree que la gente interpretó el mensaje?
-Nosotros no somos anti Presidente. De hecho, hemos tenido una excelente relación en la intendencia de Rosario que tiene hoy el actual intendente. De manera, que no nos interesa enemistarnos con el Presidente. Nos interesa trabajar juntos, desde nuestros lugares, desde nuestra posición, para que Argentina salga adelante.

-No será fácil ampliar la base de sustentación de su proyecto político.
-Bueno, vamos a intentarlo. Estamos convencidos de que la Argentina está en transformación y eso tiene que ver con los partidos políticos. Los partidos son víctimas de este modelo neoliberal que azotó a la Argentina. La denostación del Estado y de los partidos políticos es parte de la descomposición. Pero recuperar el Estado es imprescindible, no el viejo sino otro más democrático, más participativo que sea permeado por la sociedad civil. Los partidos también están en crisis y sólo saldrán adelante en la medida que interpreten que la realidad cambió. Necesitamos que haya partidos como parte de la democracia, fortalecer los que existen, mejorarlos, tal vez crear partidos nuevos. Estar atentos porque una nueva alternativa y una transformación real se viene en la Argentina a partir de lo que ocurrió en las elecciones del domingo pasado.

-Cómo se construye de aquí a 2007 un camino alternativo?
-Nosotros dijimos que comienza el cambio. Y el cambio está en marcha. Y esta vinculación de lo político con lo social se va a fortalecer aún más. Nuestra idea es que cada uno de los sectores que integran el Frente Progresista se fortalezca. Queremos conformar una cadena que sea lo más fuerte posible y las cadenas son tan fuertes como su eslabón más débil. Nos interesa construir una propuesta de integración que necesita la provincia de Santa Fe y obviamente la Argentina.

-Usted dijo que le gustaría competir con Reutemann. ¿Será en el 2007?
-Hoy no están convocadas las elecciones a gobernador, pero cuando llegue ese momento lo definiremos. Hoy tenemos la confianza de la gente para llevar una política al Congreso de la Nación y vamos a defender los intereses de Santa Fe.

-¿A menudo se escucha decir que Reutemann es el elector más importante de Santa Fe ¿su triunfo pone en jaque esta condición?
-No es lo que está en juego ni lo que se discute hoy. La discusión es cómo mejoramos la representatividad de Santa Fe del Congreso de la Nación.

-¿Cómo se siente hoy después del triunfo? Porque en 2003 dio la sensación de haber sentido el impacto de no llegar al gobierno.
-Los triunfos y las derrotas tienen explicación en palabras y en el rostro. Hoy estamos muy contentos de haber ganado las elecciones, conformamos un equipo muy importante de gente que cree en esta propuesta. Y seguramente el acompañamiento de los santafesinas y santafesinos será invalorable para seguir esta marcha.

"Se legitimó Kirchner, pero no se ve lo mismo con Obeid" (La Capital)

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Hermes Binner le aconsejó al gobernador convocar a un consejo social y así ganar "calma" para lo que resta

Jorge Sansó de la Madrid

Desde un bar de la peatonal de la ciudad de Santa Fe -otrora, y hasta el domingo pasado, inexpugnable bastión peronista- el triunfador de las elecciones Hermes Binner agradeció a la prensa local y repitió que no piensa en la gobernación del 2007. Dijo que fue elegido diputado nacional. Pero en un aparte y café de por medio con La Capital, habló de lo que haría "si fuera gobernador" y le reclamó a Jorge Obeid que "convoque a una reforma constitucional lo antes posible". Quizá percibiendo un desgaste prematuro del mandatario santafesino, le aconsejó citar "a un consejo económico social" para "legitimarse y transitar los próximos dos años con mayor calma".

-¿Cuándo debería convocarse la reforma constitucional?
-Si es este año, mejor. No sé si habrá tiempo. Si no debería ser para el año que viene que no es electoral. La constituyente debe emerger de una elección ad hoc, no de comicios en los que además se voten otras cuestiones.

-¿Piensa que el resultado del domingo podría incidir en la Legislatura para que el proyecto recobre impulso?
-Lo tiene que decidir la Legislatura. Es una cuestión pendiente sobre la que los legisladores deben responder. Ojalá sea en el 2006.

-¿Qué debería hacer el gobierno provincial para enfrentar los dos años próximos?
-Sería aconsejable una apertura de parte del gobernador para transitar los dos próximos dos años de gobierno con mayor calma de la que ha habido hasta ahora.

-¿Qué está pidiendo cuando habla de apertura?
-No estoy pidiendo. Digo lo que debiera hacer el gobernador. O en todo caso, lo que haría yo si estuviere en su lugar.

-¿Y qué haría?
-Llamaría a los partidos políticos, a los movimientos sociales e integraría un consejo económico y social para proponer un abordaje de los problemas concretos de la gente a través de la integración de lo público con lo privado.

-¿Cómo ve la gobernabilidad de la provincia?
-Sabemos que Obeid es víctima de la ley de lemas. Esa norma posibilitaba ir a la mesa de saldos y retazos y sumar para llegar. Entonces así surgió, como en su caso, un gobernador legal que luego debe legitimarse. El domingo se legitimó (el presidente, Néstor) Kirchner, pero no observamos que lo mismo acontezca con nuestro gobernador. Y no creemos que se pueda legitimar salvo que convoque a un consejo económico y social.

-¿Está usted peleado con Obeid?
-No. Y además me merece el mayor respeto, tanto en función de su persona como en su investidura. Es mi gobernador.

-¿Tiene previsto reunirse con él?
-Debería haber una invitación y en ese caso deberían preguntarle a él si tiene previsto invitarme.

-Siendo opositor, ¿no se le va la mano al mostrarse siempre tan de acuerdo con Kirchner?
-Creo que han pasado los tiempos de las divisiones tajantes. La gente aprecia cuando se trabaja por el bien común y cuando no. No se fija en otras cosas. Nosotros estamos de acuerdo con algunas cosas que hace el presidente y lo apoyamos. Y vamos a oponernos a aquellas en las que consideremos que se equivoca.

-Si usted no es un transversal, habla como si lo fuera.
-Jamás se habló de transversalidad en toda oportunidad en que estuve con el presidente. Fue una excelente relación mientras fui intendente. Esa relación la tiene hoy el ingeniero (Miguel) Lifschitz. Me parece bueno que una intendencia como Rosario tenga una fluida relación con el presidente de la Nación.

-¿Qué piensa hacer desde el Congreso?
-Vamos a hacer lo que planteamos en la campaña. Vamos trabajar para mejorar la representación santafesina en el Congreso. Vamos a invitar a los diputados y senadores nacionales de la provincia para trabajar de modo conjunto y común en la defensa de los intereses de Santa Fe.

-¿Eso significa que piensa convocar a Carlos Reutemann?
-Claro, es un senador que representa los intereses de la provincia

25 octubre, 2005

BINNER: “Debemos construir credibilidad” (Notifé)


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El electo Diputado por el Frente Progresista Cívico y Social habló del triunfo de su partido en Santa Fe, otrora bastión del PJ. El sistema de jubilación, la elección de jueces y el traslado de la capital a Rosario fueron algunos de los temas a los que se refirió el ex Intendente socialista.

Luego de su contundente triunfo a nivel provincial, el electo Diputado Nacional por el Frente Progresista Cívico y Social, Dr. Hermes Binner, se refirió a lo que consideró como “una grave crisis de credibilidad” que vive la República Argentina. Al respecto, el ex Intendente de Rosario aseveró que “la crisis más profunda que vivió nuestro país fue en el 2001, pero ahora vivimos una crisis de credibilidad que es más profunda aún”. En ese sentido, Binner agradeció “la confianza que nos ha dado la gente” con el voto, que se materializó el pasado domingo en las urnas. “Lo que nosotros debemos hacer es construir credibilidad, y debemos hacerlo con mucha fuerza porque la gente no debe volver a decir que todo es lo mismo y todo es igual. Ese es el lugar menos deseado por todos los que queremos que nuestro país salga adelante”.

Por otra parte, el máximo representante del socialismo a nivel provincial se refirió a algunas declaraciones suyas, publicadas por varios diarios nacionales, que referían a la líder del ARI, Elisa Carrió. Binner ratificó esos dichos (“Con Carrió no se puede hablar”) y expresó que está "convencido de que con Carrió no es fácil entablar un dialogo, porque dialogar significa escuchar; y consensuar significa estar dispuesto a ceder y ella no escucha. Las veces que nos hemos encontrado, toda relación ha sido muy difícil: ‘Hola y Chau’ o ‘Que frío, que calor’, y eso es todo", ironizó. En tanto, el próximo representante de la provincia en el Congreso de la Nación se refirió a la situación actual de los pasivos y aseveró que “hoy las cajas, desfinanciadas como están, dan como resultado que los jubilados tengan esas magras jubilaciones. Lo que debemos hacer es tratar de que se vuelva al régimen de reparto para que la persona que aportó durante toda su vida tenga una remuneración acorde a eso”.

Por otra parte, Binner se refirió a la inseguridad que sufre la provincia de Santa Fe en su conjunto y expresó que, a su entender, “el problema fundamental es el de la impunidad. Se sabe y se conoce –agregó- que los jueces que llevan a la impunidad a los casos, son los que ascienden más rápido. Por eso, si nosotros no buscamos un sistema alternativo, siempre vamos a estar ligados a esa sensación de inseguridad”. “No tenga dudas de que hay un poder político que lo ampara (al actual sistema de nombramiento de jueces). ¿Quién es el Presidente de la Corte de esta provincia?”, se preguntó. Al mismo tiempo contesto irónicamente “el primo del ex Gobernador Reutemann”.

LA CAPITAL A ROSARIO…Sobre trascendidos que aseguraban que el socialista impulsaría el traslado de la capital provincial a la sureña ciudad de Rosario, Binner indicó que “esa idea es pendenciada por sectores interesados en no perder votos, Pero la preocupación está en que todo es espacio de gobernabilidad. Así lo hemos hecho y así lo haremos”, finalizó.

“Lo social es una materia pendiente” (Página 12)


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Por Guillermo Zysman

Veinticuatro horas después de haber obtenido una victoria resonante en el tercer distrito electoral del país, donde venció al kirchnerismo por 10 puntos (140 mil votos), Hermes Binner mostró su estilo cauto y mesurado. El ahora electo diputado nacional santafesino consideró que “en líneas generales es evidente que la cuestión social es una materia pendiente, porque el crecimiento económico apenas gotea a los sectores más postergados”. Atribuyó su triunfo a “una serie de variables”, entre las cuales mencionó su gestión durante ocho años como intendente de Rosario y su discurso crítico hacia el gobierno provincial. En diálogo con Página/12, negó estar pensando en las elecciones a gobernador del 2007, anticipó que en el Congreso apoyará las iniciativas positivas del Gobierno y propondrá alternativas a los proyectos en que no coincida. Se excusó de autocalificarse como referente del centroizquierda nacional y dijo descreer de que surja un escenario político con dos bloques por encima de los partidos tradicionales, de izquierda y derecha.

–¿A qué atribuye la victoria: a su gestión como intendente o a su discurso crítico del gobierno provincial?
–Creo que no hay que analizar el resultado a partir de una sola variable. Evidentemente una parte de la población nos acompañó por la gestión que hicimos en Rosario aplicando políticas de inclusión social y de solidaridad. Pero aquí lo que hubo fue un voto a un proyecto colectivo, a la coalición que formamos con el radicalismo, el Frente Grande, el PI y referentes de los movimientos sociales.

–A partir del contundente triunfo del domingo en Santa Fe, todos lo ven nuevamente como candidato a gobernador en el 2007. ¿Es la gobernación una cuenta pendiente en su carrera política?
–Acabo de ser electo diputado nacional y voy a cumplir con las promesas que hice en la campaña. Le aclaro que no tengo ninguna cuenta pendiente en la política, son circunstancias.

–¿Es consciente de que ha quedado instalado como un referente del centroizquierda a nivel nacional?
–Somos conscientes de que Santa Fe necesita un cambio, lo dijimos en la campaña y lo vamos a tratar de implementar en el Congreso. Para nosotros cambio es mejorar la calidad de vida de la gente.

–¿Cómo se comportará en la Cámara de Diputados, será parte de un interbloque con los sectores afines al socialismo, será opositor o aliado del gobierno nacional?
–Me imagino que vamos a trabajar en el bloque del PS, dialogando permanentemente con otros bloques, con las fuerzas que formamos el Frente Progresista. Vamos a apoyar las iniciativas del Gobierno que consideremos positivas y plantearemos visiones diferentes cuando no estemos de acuerdo.

–A nivel nacional, ¿qué análisis hace de las elecciones?
–En líneas generales salió fortalecido el Presidente, que cosechó una importante cantidad de votos en el total (nacional). También es cierto que hubo distritos donde al oficialismo no le fue tan bien.

–¿Por qué razones cree que el kirchnerismo perdió en distritos clave como la Capital Federal y en Santa Fe, aun pudiendo exhibir datos macroeconómicos más que favorables?
–Cada región del país tiene sus particularidades. La gente vota mirando su realidad cotidiana. Pero en líneas generales es evidente que la cuestión social es una materia pendiente, porque el crecimiento económico apenas gotea a los sectores mas postergados. Creo que el Gobierno no está abordando este tema de forma correcta.

–¿Cómo visualiza el escenario político para el mediano plazo teniendo en cuenta la fragmentación del peronismo y la irrupción del kirchnerismo?
–Todos los partidos políticos están fragmentados, no sólo el justicialismo. Las políticas neoliberales aplicadas por el menemismo durante la década pasada degradaron la política y el rol del Estado y esa situación no es fácil de revertir. El sistema político argentino continúa en crisis, la renovación política no se ha completado, pero sin partidos políticos no se puede perfeccionar la democracia.

–Algunos analistas imaginan que en el futuro inmediato surgirán en la Argentina dos grandes bloques, por encima de los partidos políticos tradicionales, uno de centroizquierda y otro de centroderecha. ¿Se imagina articulando el primero de los polos?
–La verdad, hoy por hoy no. Esos son esquemas viejos que ya no sirven. Acá lo que hace falta es innovar, generar algo nuevo, los esquemas sólo encasillan. Hay que tener una mirada amplia para entender que algo está cambiando en la Argentina, ya no se puede plantear la realidad sólo en términos de izquierda y derecha. Hay que trabajar analizando los problemas de la gente sobre la mesa y a partir de allí trazar un plan estratégico entre el sector público y el privado. De allí surgen las políticas de Estado en materia educativa, de inclusión social, de redistribución de la riqueza. El Partido Socialista de Rosario sobrevive precisamente, porque da repuesta a las necesidades de la gente.

–¿Cuál es el secreto del “boom rosarino” que todo el país elogia?
–Bueno, hay que venir a la ciudad, mirar las políticas que se vienen aplicando desde hace años y analizarlas. No hay recetas mágicas que se puedan aplicar de manera automática en cualquier región.

–Teniendo en cuenta la afinidad ideológica que tiene con el Presidente y la construcción política del Gobierno, ¿se imagina en el 2007 siendo candidato a gobernador apoyado por el kirchnerismo?
–A veces las fantasías no sirven para construir la realidad. Hay que tener los pies sobre la tierra. Tenemos que seguir sensibilizándonos cuando vemos a un chico en la calle descalzo pidiendo una moneda. Si pensamos que eso es parte de la geografía urbana, estamos perdidos. Hablar del 2007 cuando hay tantas personas con necesidades insatisfechas puede ser peligroso, tal vez si no nos ocupamos de ellos ahora, no tengan 2007.

Binner: "No esperamos juegos de seducción desde la Casa Rosada" (La Capital)


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Javier Felcaro

Hermes Binner disfruta el momento, aunque no quiere hablar de revanchas. A 24 horas de haberse consagrado diputado nacional por el Frente Progresista, superando por nueve puntos al PJ en toda la provincia, el socialista concluyó: "Los ciudadanos saben votar y, cuando lo hacen de un modo determinado, es porque creen en eso". En una entrevista exclusiva concedida ayer a La Capital tras haber compartido las cámaras de TV (y ravioles de calabaza) con la diva de los almuerzos, Mirtha Legrand, el ex intendente tomó distancia de la futura pelea por la Gobernación y del papel de referente de la centroizquierda argentina. Poniéndole una pausa al nuevo y vertiginoso periplo mediático porteño, sí insistió en la necesidad de "más gobernabilidad" en Santa Fe y, pese a asegurar que defenderá "los intereses de la Nación" desde su banca, aclaró que no espera que le arrojen un anzuelo tentador desde Balcarce 50.

-¿Cuál es la lectura en frío del resultado del domingo?
-Sentimos un gran apoyo de todos los santafesinos, en particular de los rosarinos. Es muy importante: nosotros creímos en la gente y ella en nosotros. El resultado fue extraordinario, incluso en lugares donde hasta hace poco era impensado ganar, como en la ciudad de Santa Fe. Significa una gran responsabilidad a futuro, porque debemos cumplir con todo lo que nos comprometimos a realizar.

-Se habló de un posible castigo, a través del voto, al gobernador Jorge Obeid.
-Siempre pensamos en la positiva y creemos que los ciudadanos que conocen Rosario y ven cómo se gobierna la ciudad sacaron sus propias conclusiones. Es un inmenso aval a nuestras palabras. Los decires tienen un gran respaldo en los hechos.

-Su performance lo perfila para pelear la Gobernación y, al mismo tiempo, como referente nacional de la centroizquierda.
-Ni lo uno ni lo otro. Si queremos que los ciudadanos vuelvan a creer, tenemos que decirles con absoluta responsabilidad que, desde el lugar que nos propusimos, honraremos lo prometido. Respecto de lo segundo, ¿qué es la centroizquierda? Hay que buscar una propuesta que integre a los argentinos a través de un proyecto nacional y popular.

-¿No se ve disputando con Carlos Reutemann los comicios de 2007?
-No, para nada.

-¿No se le pasó por la cabeza?
-Bueno, puede pasar, pero hoy no es el motivo de nuestras preocupaciones.

-Se habló acerca de una doble imagen: la de un gobernador formal y otro virtual a partir de su triunfo.
-Hay un gobernador, que es legal pero viene teniendo grandes dificultades para legitimarse. Necesitamos más gobernabilidad en Santa Fe para que las cosas mejoren. Eso se logrará si existe amplitud y se convoca a los distintos sectores de la sociedad para la conducción.

-¿Lo ocurrido en Rosario le dio otro sabor a la victoria?
-Esperábamos seis concejales. Por eso, los siete ediles son más que satisfactorios como respuesta para seguir gobernando en la ciudad. Y el hecho de haber ganado en todas las seccionales también aumenta nuestra responsabilidad.

-Fue la ratificación del rumbo.
-Por supuesto, un aval extraordinario al intendente Miguel Lifschitz.

-Desde el PJ justificaron el triunfo del Frente Progresista en que en Rosario había un candidato, usted, ya instalado.
-Son interpretaciones. Nos alegra haber ganado en toda la provincia, en la capital santafesina y en tantas otras ciudades del interior como Rafaela, Esperanza, Venado Tuerto y Reconquista. Es una excelente elección y un extraordinario compromiso de nuestra parte. Debemos duplicar los esfuerzos para seguir mejorando.

-¿Se siente en el centro de la escena política argentina?
-No, no... Estamos en Santa Fe y defenderemos los intereses de la provincia tal cual prometimos en la campaña. Obviamente, desde el lugar de representación que es nuestra banca también defenderemos los intereses de la Nación.

-¿Y si la Casa Rosada insiste con más juegos de seducción?
-(Risas) No, estamos tranquilos. Nunca existieron ni los esperamos.

-¿No recibió ningún llamado en las últimas horas, ni siquiera para felicitarlo?
-No.

-Si el Frente Progresista va por más dentro de dos años deberá ampliar su política de alianzas. ¿El ARI se recorta en el horizonte?
-Dependerá del ARI, ¿no? Para nosotros es deseable, siempre y cuando tenga una actitud de diálogo y disposición a la concertación.

-Elisa Carrió volvió a quejarse de las mezquindades del socialismo.
-Hoy por hoy, las formas de construcción aparecen de un modo diferente.

-¿Lo sorprendió el desempeño electoral del ARI?
-Cuando se da una polarización como la ocurrida en Santa Fe, las formaciones políticas menores son las que más la sufren.

-¿Vive este momento como una revancha?
-Todo lo contrario: lo vivo con mucha alegría. No creo en las revanchas, aunque en el fútbol o el truco pueden darse. Los ciudadanos saben votar y, cuando lo hacen de un modo determinado, es porque creen en eso.

El ajetreado día de Binner tras su gran victoria en Santa Fe (El Ciudadano)


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A las 5.30 sonó por primera vez el teléfono de su casa y desde entonces no pararon de repicar ni la línea fija ni su celular, ni el de sus familiares y colaboradores. Congratulaciones de las más diversas procedencias sonaron como música para los oídos del diputado nacional electo y gran triunfador de las elecciones del domingo en Santa Fe, Hermes Binner. Entre ellos se contaron dirigentes políticos de distinta extracciones políticas, empresarios, amigos y sigue la lista. En cambio, según el propio Binner, nunca recibió un llamado ni de la Casa Gris ni de la Rosada.

El regocijo triunfalista de la noche anterior se prolongó en esos primeros minutos de la mañana por medio de la tapa de los diarios, que en esta oportunidad fueron generosos para con la faena política del ex intendente, incluidos los periódicos de la Capital Federal, que pusieron su victoria en primera plana con foto del candidato y todo.El día después de la victoria para Hermes Binner fue tanto o más agotador que el de las últimas jornadas de campaña. Arrancó atendiendo a radios de Bahía Blanca, Río Cuarto, Santa Fe, Córdoba y localidades de distintos puntos del país interesadas en conocer al hombre que los diarios de Buenos Aires rápidamente salieron a instalar en la escena nacional, quizás necesitados de proyectar una figura que se perfile como novel referente de la centroizquierda no oficialista.

Después de una presentación en vivo en los programas matinales de Canal 5 y Multicanal, a eso de las 9.30 partió a Buenos Aires, el lugar elegido para desarrollar las actividades del día después, junto a su esposa Silvana Codina, un agente de prensa y Noemí, su histórica secretaria privada.Auto, mate, el celular que nunca dejó de sonar y Mirtha Legrand esperándolo en la otra punta de la autopista Rosario-Buenos Aires. Esta vez aceptó la invitación de Chiquita, que había rechazado la semana antes de las elecciones cuando le propusieron sentarse en la misma mesa que Agustín Rossi. Ayer estuvo junto a los periodistas Alfredo Leuco, Olga Wornat y la diputada electa por Córdoba Patricia Vaca Narvaja. En un tramo, la Legrand le pidió que aclare el famoso incidente del gato a la parrilla en el bajo Ayolas allá por 1996. “Era un muchacho que estaba asando unos sábalos y le pagaron 100 pesos para que ponga un gato en la parrilla”, desmitificó.

En otro tramo, ante una pregunta de Leuco, se explayó hablando de la necesidad de “poner sobre la mesa los problemas reales de la gente y dejar de especular sobre si se pertenece a la derecha o a la izquierda”. Pero ahí sobrevino un momento incómodo porque la diputada electa por Capital Federal Paula Bertol se colgó de sus palabras: “Eso es justamente lo que plantea Mauricio Macri”. Un rato después, Binner se tomó revancha al recordar que días atrás alguien le había dicho que estaba teniendo el mismo discurso que el presidente de Boca Juniors: “Ahí me dije: voy a tener que revisar algunas cosas”.

Después del comedor de Mirtha llegó la hora de cumplir con los pedidos de entrevistas de La Nación y Clarín. Y de ahí al modesto hotel Rey del barrio de Congreso, donde vino el único momento de relax del día, interrumpido a las 19.30 para continuar con más entrevistas. La última fue después de las 22, en el canal de noticias TN, donde participó en Desde el Llano, el programa que conduce el periodista Joaquín Morales Solá.Como en sus viejas épocas de intendente, Binner sigue siendo reacio a pernoctar en la Capital Federal y por eso anoche, después de su presencia en TN, tenía previsto volverse a Rosario. De paso estaba más cerca para llegar a la capital provincial, ciudad donde hoy desarrollará de nuevo una larga agenda mediática. Quizás, por ser el segundo día poselecciones, tenga suerte y las radios se apiaden de él.

“Aún están abiertas las puertas al ARI en el Frente”
El día después del triunfo electoral por diez puntos sobre el Frente para la Victoria, Hermes Binner ratificó que las puertas del Frente Progresista siguen abiertas para el ARI, aunque advirtió que hasta ahora el socialismo no ve en esa fuerza política “una actitud proclive”.Solicitado por medios y dirigentes políticos de todo el país, Binner tenía ayer menos tiempo que el habitual para atender cada pedido de entrevista. En conversación con El Ciudadano sostuvo que “el Frente Progresista es una coalición cualitativamente superior a anteriores experiencias, porque no sólo hay partidos políticos sino que se enriqueció con movimientos y organizaciones sociales”. Citó como ejemplos a Juan Rivero, quien accedió al cargo de concejal en el quinto lugar de la lista oficial, y Pablo Zancada, un dirigente cristiano de Reconquista que fue electo quinto diputado nacional.

Para Binner una coalición integrada de esta manera “respeta el espíritu de 2001, cuando la gente reclamaba una representatividad que no tenía”.Tras pronosticar que el Frente Progresista “tiende a consolidarse”, reiteró que las puertas seguirán abiertas a todos aquellos sectores que quieran participar. Y en especial cuando se le preguntó por la eterna novela entre el socialismo santafesino y el ARI, el diputado nacional electo exigió voluntad de diálogo y opinó que “depende de sus dirigentes porque hasta ahora no vemos una actitud proclive” a formar parte de este espacio

"Kirchner tiene que llamar al diálogo" (La Nación)

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Los teléfonos de los tres colaboradores de Hermes Binner que ayer lo acompañaron en su raid mediático en Buenos Aires no pararon de sonar. El ex intendente socialista de Rosario, que el domingo venció al candidato kirchnerista de Santa Fe -Agustín Rossi- por 42 puntos contra 33, se había convertido en el hombre del día, después de infligirle al Gobierno una de sus derrotas más resonantes y de consagrarse como el mayor triunfador del espacio de la centroizquierda. Sin embargo, ni siquiera semejante movimiento pudo alterar la conocida calma y mesura de este médico sanitarista de 62 años que, después de cumplir con el ritual de la siesta, atendió a LA NACION en un hotel del barrio de Congreso, convertido en improvisada oficina. Allí, té de por medio, explicó que el Gobierno "deberá dialogar" con la oposición después de estos comicios; dijo que el socialismo no es "una receta de cocina" y explicó que no va al Congreso a hacer "la revolución".

-¿Cuál fue la clave para romper con 22 años de triunfos peronistas en Santa Fe?
-Tenemos hechos para mostrar en Rosario [donde gobiernan desde hace 16 años] y representatividad en la gente. Además de la debilidad del gobierno provincial después de 22 años con los mismos nombres. La gente cree en lo que decimos. Por eso, a pesar de que vinieron el Presidente, el vicepresidente y todos los ministros al acto del PJ en Rosario, ahí les ganamos por 30 puntos.

-¿Por qué prefirió confrontar con Obeid y no con Kirchner durante la campaña?
-Lo que ven los santafecinos es la ineficacia de su gobierno para resolver sus problemas.

-¿Qué dejó esta elección?
-Se consolidó Kirchner, pero no le va a alcanzar solo. Va a necesitar diálogo y concertación con otros sectores políticos. Sería muy saludable que el presidente llamara a la conducción de los partidos políticos para ver cómo ayudar a recuperar el país.

-¿Usted iría a esa convocatoria?
-No tenga ninguna duda.

-¿Esperaba un mejor desempeño de la oposición?
-A nosotros nos fue muy bien. Pero hubo panoramas muy distintos.

-¿Por qué al socialismo le fue tan bien en Santa Fe, mientras perdió los 5 diputados que tenía por Capital y Buenos Aires?
-Hay realidades diferentes y el socialismo no es una receta de cocina, es una idea que permite solidarizar lo colectivo sobre lo individual; por eso requiere mucha participación de la población.

-¿Se sumará a la oposición en el Congreso?
-No acuerdo con los conceptos de "oficialismo-oposición". La categoría de blanco y negro no ayuda a la oposición a construir nada y en el oficialismo le genera una tendencia hacia el hegemonismo.

-Pero ¿va a votar a favor o en contra del Gobierno?
-Depende del proyecto. Lo que sea para mejorar la vida de los argentinos, a favor, y en lo que no estemos de acuerdo, propondremos otra cosa. No venimos a hacer la revolución, sino a mejorar las leyes malas y a que se cumplan las buenas.

-¿Votaría a favor de prorrogar la emergencia económica, los superpoderes o el presupuesto del año que viene?
-No puede ser que un país viva siempre en emergencia económica. Vamos a tratar de salir. De los superpoderes, vamos a votar en contra, porque defendemos la independencia de los poderes, y del presupuesto pedimos un cambio en la distribución, para lograr la inclusión de los argentinos.

-¿Qué planes tienen para 2007?
-En la Argentina, proyectar para dos años es hacer futurología. Prefiero pensar en lo que voy a hacer ahora: mejorar la representación de Santa Fe en el Congreso. -Pero a nadie se le escapa que esto es un paso importante en su ambición de ser gobernador... Primero honremos los cargos para los que fuimos elegidos. No podemos comenzar a pisar un peldaño diciendo que es parte del que viene. Defraudaría la confianza del que nos votó por nuestras propuestas.

Del teléfono a lo de Mirtha (Clarín)

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Hermes Binner, el socialista que gobernó Rosario durante dos períodos y ahora ganó la elección de diputados en Santa Fe, atendió ayer llamados de radios tan lejanas como Jujuy y Bahía Blanca. Camino a Buenos Aires, en auto, decidió apagar el teléfono. No daba abasto. Vino invitado al programa de Mirtha Legrand. Y a la noche estuvo en otro programa televisivo, político. Se hospedó junto a su esposa y dos colaboradores en un modesto hotel cercano al Congreso. Tiene 5 hijos y en diciembre debutará en el Congreso.

"Con Carrió se hace muy difícil construir o entablar un diálogo" (Clarín)


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—Quedó como uno de los grandes ganadores del domingo. ¿Se siente así?
—Nosotros tenemos una experiencia colectiva en la provincia de Santa Fe con 16 años de Gobierno en la ciudad de Rosario. Pensar siempre con la gente y tener como referencia el hacer pueden explicar el triunfo.

—¿Cómo evalúa la elección del Gobierno?
—Hizo una buena elección.

—¿Y cómo se entiende el rotundo apoyo que tuvo en la Provincia y las derrotas en distritos grandes como Capital y Santa Fe?
—Son realidades diferentes. La propuesta que hizo el Gobierno en Buenos Aires no es la misma que la de Santa Fe.

—¿Y Carrió?
—Hizo una elección pobre. Lo que más preocupa de Carrió no es la cantidad de votos, sino una actitud de construcción en la cual se hace muy difícil construir con ella. No es fácil entablar un diálogo con Carrió.

—¿Lo dice por algo personal?
—Lo digo por lo que hemos visto en Santa Fe. Sistemáticamente fue a denostar al Gobierno de Rosario. Dijo que prefería un liberal honesto a un socialista corrupto, y que apretábamos a las empresas para conseguir fondos para las elecciones. Es una carga demasiado pesada ¿no?

—¿Se va de boca ella?
—No tiene la misma vara para medir a los gobernantes justicialistas, con causas abiertas en la Justicia, y los defiende.

—¿Cómo se definiría para quienes no lo conocen?
—Es difícil. Tenemos una participación en la universidad, nacimos políticamente de la mano de Guillermo Estévez Boero y tuvimos una práctica siempre consecuente donde privilegiamos la realidad por sobre la teoría.

—¿Por eso le va tan bien al socialismo en Santa Fe?
—Claro, hay una historia. No es la aparición de una estrella fugaz, que un día ganó una elección y al día siguiente la perdió.

—¿Y qué diagnóstico hace de esa realidad el socialista santafesino?
—Hay una situación compleja a partir de la exclusión social que ha dejado un modelo. Es necesario incluir socialmente a la gente para que haya la posibilidad de una propuesta humana y de una viabilidad económica y social.

—¿Va a acompañar al Gobierno o va a ser opositor?
—Vamos a generar la defensa de la independencia del Poder Legislativo, opinar favorablemente de todas aquellas cuestiones positivas y tener alternativas para aquellas cuestiones con las que no estemos de acuerdo.

—¿En los últimos años no existió esa independencia?
—No, para nada. Menem decía "sáquenme esta ley, si no la saco por decreto de necesidad y urgencia". Después vino De la Rúa e hizo lo mismo y hoy creo que se hace lo mismo. No compartimos esto, la transferencia de poderes, la emergencia económica permanente. Sí compartimos la política de derechos humanos o la renovación de la Corte Suprema.

—¿Con qué bloques se ve más afín?
—Primero tiene que componerse la Cámara, pero oponerse en una Legislatura no es pecaminoso.

—¿Qué proyectos va a priorizar en el Congreso?
—El tema fundamental es la reforma de la coparticipación federal. Hoy hay provincias favorecidas y otras muy perjudicadas. Santa Fe aporta 6.200 millones de pesos y recibe 2.600 millones. Por habitante, La Rioja, Santa Cruz o San Luis reciben el triple que Santa Fe.

—¿Y cuál es la fórmula?
—Leer lo que dicen los censos. Eso nos da muchísima información sobre vivienda, empleo, salud. Todo eso tiene que ser volcado en una fórmula polinómica que permita tener un resultado aproximado de cuánto requiere cada provincia.

24 octubre, 2005

LOS NUMEROS DE LA ELECCION


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Más información en:

Sitio web de la provincia de Santa Fe:
www.santafe.gov.ar

Ministerio del Interior de la Nación:

Frente Progresista, Cívico y Social:

VOTOS: 625.335
PORCENTAJE: 42,85
DIPUTADOS: 5

www.elecciones2005.gov.ar/paginas/f_top.htm

Domingo 23. Fotos de una victoria histórica.















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Domingo 23. Fotos de una victoria histórica.















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Binner: “Pensamos en una alternativa de construcción, suma y coincidencia” (Clarín)


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El diputado electo por el Frente Progresista Cívico y Social volvió a mostrarse cercano a Kirchner, aunque dijo que seguirá “planteando alternativas” cuando esté en desacuerdo.

El socialista Hermes Binner, diputado electo por el Frente Progresista Cívico y Social de la provincia de Santa Fe y responsable del triunfo por más de 20 puntos de esa alianza sobre el justicialismo, volvió a mostrarse cercano a Néstor Kirchner, particularmente en temas de Justicia y Derechos Humanos, aunque dijo que seguirá “planteando alternativas” cuando esté en desacuerdo con el presidente. “Creemos que los de oficialismo y oposición son términos antiguos para un país que necesita una gran reconstrucción. Estamos totalmente convencidos de que es necesario construir una Argentina con aceptación de las diferencias pero a partir de la suma”, expresó Binner en declaraciones a radio Mitre. El socialista, uno de los políticos que Kirchner buscó desde el inicio de su mandato como un socio extrapartidario y quien antes de los comicios y en sus primeras declaraciones tras su victoria rechazó manifiestamente ser un opositor, manifestó su acuerdo con el gobierno nacional en “todo lo que sea bueno para la Nación”, y mencionó específicamente su “apoyo a la renovación de la corte suprema” y la “política de derechos humanos” seguida por el kirchnerismo. “Más que pensar en una alternativa transversal pensamos en una alternativa de construcción, suma y coincidencia con todos los sectores sociales que quieren una Argentina mejor”, añadió, al tiempo que aclaró que desde su sector seguirán “planteando alternativas” en todos aquellos temas en los que no estén de acuerdo. El diputado electo consideró “muy importante” el resultado obtenido por el Frente que encabeza en Santa Fe y evaluó que la “brecha del 10 por ciento” que consiguió frente al justicialismo “es muy significativa para seguir construyendo una alternativa de cambio”.

Binner dice que trabajará para cumplir lo prometido (Telam)

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El electo diputado nacional por Santa Fe, el socialista Hermes Binner, sostuvo hoy que su objetivo en el Congreso será "honrar" todo lo que se ha "comprometido a realizar" y aseguró que la mejor forma de hacerlo será trabajar en función de ello.A horas del histórico triunfo logrado ayer en Santa Fe por el Frente Progresista, cuya lista de legisladores encabezó junto a Hugo Storero, Silvia Augsburger, Pedro Morini y Pablo Zancada, también electos legisladores nacionales, Binner dio su definición sobre la hora de la victoria y evocó a una figura emblemática del socialismo."La verdad, que fue un momento muy conmovedor para los que creemos en esta formación política, y de los que creemos que realmente este fue un salto cualitativo y cuantitativo", expresó el ex intendente de Rosario durante dos períodos consecutivos (1995-2003, refiriéndose al partido político que lo tiene como militante desde hace 45 años."Recuerdo todos los días a alguien a quien tenemos como un gran maestro, que es (el ya fallecido) Guillermo Estévez Boero", memoró. En declaraciones efectuadas hoy a la prensa local, Binner expresó además que lo que le "preocupa es honrar todo" lo que se ha "comprometido a realizar en esta propuesta electoral"."Y lo vamos a hacer, fundamentalmente, porque nosotros creemos en la gente y la gente ha creído en nuestra propuesta. Por lo tanto, la mejor forma es trabajar en función de lo que hemos prometido", aseguró. El Frente Progresista Cívico y Social, una coalición de socialistas y radicales que lidera Binner, se impuso ayer en Santa Fe con 9,6 puntos de ventaja sobre el Frente kirchnerista para la Victoria, al cosechar el 42,85 por ciento de los sufragios.

El triunfo de Binner conmueve al poder del peronismo en Santa Fe (El Litoral)

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Fueron casi 10 puntos de ventaja con un triunfo aplastante en Rosario pero con saldos positivos en toda la provincia. El resultado conmueve a la Casa Gris y sus ecos son bien sonoros en la Rosada.

Por Ignacio Hintermeister (enviado especial)

Hermes Binner obtuvo ayer en Santa Fe un triunfo histórico, de magnitud inesperada, y abrió las puertas del ``comienzo del cambio'' que propuso en la campaña el Frente Progresista Cívico y Social. El ex intendente de Rosario desafía ahora la hegemonía del PJ en el gobierno santafesino y plantea un severo interrogante sobre la relación entre el presidente Néstor Kirchner y el escenario político santafesino. Exultante, al festejar anoche su triunfo, Binner definió a Santa Fe como un ``tren sin máquina'' que se quedó ``en la vía''. Dijo que ``con total responsabilidad queremos llevar este testimonio de la gente. No es una representatividad individual, sino de todo el pueblo, aún de los que no nos votaron''. Rodeado por Hugo Storero, Silvia Augsburger, Pedro Morini y Pablo Zancada, quienes lo acompañarán en la Cámara Baja del Congreso, Binner dijo que ``no nos cansamos de registrar las demandas de la gente'' sobre agua, cloacas, hospitales o trabajo.``Santa Fe puede exportar más, pero tiene que darle de comer a su gente'', fue la advertencia que lanzó como uno de sus ejes de trabajo, tras apuntar que las exportaciones no se traducen en mejor calidad de vida para los santafesinos. ``Combinar el mercado externo con la posibilidad de que nuestra gente pueda comer todo los días, mandar a sus hijos a la escuela todos los días'', fue el desafío que asumió.``Vamos a defender a Santa Fe que aporta tanto dinero y recibe tan poco'', fue su definición poco más tarde en medio del raid de declaraciones al que fue sometido el gran ganador de la noche. ``Hay un gran futuro; la utopía está presente'', proclamó, apelando al corazón de la consigna socialista.``Vamos a trabajar en la integración de toda Santa Fe'', despejó además Binner cuando se le preguntó sobre cómo repartir el juego político en una provincia extensa. El hombre habló en su primer discurso de tres obras básicas: la hidrovía, la autopista Rosario-Córdoba y la autovía Santa Fe-Córdoba.De aquí y de alláCon frases como ``es un extraordinario momento'', o ``vamos a disfrutar ahora, después las cosas se verán'', Binner despejó hacia adelante la pregunta sobre su futura candidatura a gobernador para 2007. ``El revanchismo es mal consejero de los pueblos'', disparó cuando se le consultó sobre la derrota en el marco de la ley de Lemas en el último comicio para gobernador. ``Esta campaña fue para diputados nacionales. Vamos a honrar esos cargos'', insistió.En cuanto a la relación con la administración de Néstor Kirchner, Binner definió que `` vamos a apoyar lo positivo. La construcción de la Argentina se hace apoyando lo positivo''.El dirigente socialista sostuvo que ``defenderemos plenamente los derechos de Santa Fe más allá de los colores políticos'' y volvió a subrayar que esa posición ``no es un problema de blancos o negros'' y hasta arriesgó que ``hay sectores del PJ que trabajan con nosotros''.

Tapas de diarios rosarinos





















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Esta vez, Binner cantó victoria (Rosario 12)

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Por Alicia Simeoni

"La utopía está presente y tenemos que seguir construyéndola". La utopía de la que habló Hermes Binner cerca de las diez de la noche, en los salones del Hotel Ariston de Rosario -donde funcionó el centro de cómputos del Frente Progresista Cívico y Social- es la de una provincia "con alimentos, educación y salud para todos". El primer candidato a diputado nacional anunció eufórico el triunfo de la coalición "por un margen cercano al 10 por ciento" sobre el peronismo en Santa Fe. Ese porcentaje significa el ingreso de cinco diputados al Congreso Nacional: Binner, seguido por el radical Hugo Storero, la hoy concejala socialista Silvia Ausburguer más Pedro Morini y Pablo Zancada. Binner tenía los ojos vidriosos y trataba de mantener el tono marcado por la emoción. El que hablaba ante muchos militantes, sobre todo socialistas y pocos radicales, era el mismo hombre que dos años atrás, cuando dejaba la intendencia de Rosario, fue el hombre más votado para la gobenación santafesina pero sucumbió a manos de la Ley de Lemas. Cuando ayer se consagró diputado nacional dijo que "Santa Fe aporta el 21 por ciento de las exportaciones del país y puede mandar más pero tiene que asegurar que sus habitantes puedan comer todos los días, mandar sus chicos a la escuela y tener calidad de vida, si conseguimos tener una generación de niños que crezcan en libertad, Argentina será fuerte como todos necesitamos".

Eran ya las diez menos veinte cuando anoche se abrió una puerta lateral de la sala de prensa montada en el primer piso del Hotel Ariston, en Pueyrredón entre Córdoba y Santa Fe cuando entró Binner. Llegó con los ojos vidriosos. La sala ya estaba repleta de la militancia socialista y algunos radicales cuando estalló en aplausos. Caminó despacio, casi entre abrazos y apretones de mano hasta la tarima-escenario en la que se uniría con el intendente Miguel Lifschitz, el segundo en la lista al Congreso el radical Storero y los consagrados concejales Horacio Ghirardi, Daniela León, Pablo Colono y Juan Rivero. Se tomaron las manos y las levantaron juntos en señal de triunfo. Binner formalizó lo que las tendencias marcaban como irrevesible, el triunfo del Frente Progresista por un margen cercano al 10 por ciento en la provincia. Muchos más aplausos y todas las boletas que sobraron tiradas al aire para despertar a quienes habían acariciado el largo sueño de imponerse al peronismo en el territorio provincial.
"Somos absolutamente conscientes de todo lo que hemos dicho en esta campaña, lo tenemos registrado en la memoria, queremos estar junto a la gente y llevar a cada sillón que nos toque ocupar el testimonio que recogimos de esa gente, de la que quiere agua potable y cloacas, de la que espera que la escuela funcione durante todos los días en que tiene que haber clases, y también de la que quiere que en los hospitales se de atención a todos los vecinos, con trabajo para todos... Santa Fe tiene mucho más por dar a su pueblo y a la Argentina".

Así abrió Binner el discurso después de la votación que lo posiciona en un lugar importantísimo para las elecciones del 2007, cuando se elijan los cargos ejecutivos, y aunque él aseguró que "ahora fuimos elegidos para el Congreso y en eso queremos pensar". Este médico-anestesista de 62 años que fue concejal, intendente por dos veces y el candidato más votado en el 2003 para la gobernación de Santa Fe -de la que quedó fuera por imperio de la Ley de Lemas- dijo que "no hay revancha porque esa revancha sería una mala cosa para el pueblo. Esta fue una campaña para la diputación nacional y vamos a honrar estos cargos para devolver la credibilidad a la gente". Binner no es precisamente un excelente orador. Sin embargo emocionó a la mayoría militante que ayer festejaba los logros que saltaron ampliamente los límites universitarios donde se originó el Partido Socialista Popular. Otra vez, como lo había hecho en la campaña, Binner comparó a la provincia con "un tren sin máquina" en la que están "los vagones sobre la vía pero no marcha" y prometió que "vamos a lograr que el tren marche para darle felicidad a todos".

Binner trazó su discurso con la mirada puesta en el Congreso nacional pero sobre todo hacia el interior de Santa Fe. Por eso recordó que la provincia aporta el 21 por ciento de las exportaciones argentinas y aunque es posible que venda más señaló que debe "darle de comer a su gente y combinar el mercado externo favorable con la posibilidad de que los santafesinos pueden comer todos los días, mandar su chicos a la escuela y tener calidad de vida". El electo diputado nacional agradeció a la militancia y a los que cuidaron "en el voto a voto, el respeto a la soberanía popular" con las que se puede aspirar a construir con "las banderas de la solidaridad, participación y de transparencia". "La utopía está presente y tenemos que seguir construyendo hacia ese lugar". Levantó el tono cuando habló de utopía y trazó una línea directa hacia lo que debe ser una vida con salud y educación. Como también lo había hecho durante la campaña cuando muchas veces aludió a los temas de salud habló de los niños y jóvenes a los que el modelo neoliberal dejó sin escuelas, sin trabajo y sin educación. Dijo entonces que "hay que rescatarlos porque a partir de ahí está la posibilidad cierta de construir una sociedad con derechos... Ese futuro se empieza a construir hoy. Si logramos que una generación de niños pueda crecer en libertad Argentina será fuerte como todos necesitamos".
Cuando terminó el discurso volvieron la euforia y los abrazos. El canto de la militancia los fue llevando y Binner, con sus compañeros en el escenario, volvieron a tomarse de la manos para levantarlas en triunfo. "Y ya lo ve, y ya lo ve, es para (Agustín) Rossi que lo mira por TV". Las banderas rojas socialistas estaban desplegadas en el primer piso del Ariston.
Binner evitó hablar del 2007 y respondió todas las preguntas con el argumento de que estamos en las elecciones legislativas por lo que hay que "disfrutar de estos dos años". El vocabulario de Binner, quien aparece como la cabeza más popular del socialismo, no olvidó en ningún momento transitar por la convicción de que "otra sociedad es posible". También aseguró que en el Congreso nacional "va a apoyar todo lo positivo" del presidente Néstor Kirchner. "La construcción de la Argentina, no tenemos duda, se hace apoyando lo positivo", concluyó.

Llegó un huracán socialista (Página 12)

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Por Guillermo Zysman

El peronismo santafesino, devenido en kirchnerista, sufrió ayer una de sus peores derrotas legislativas desde el regreso de la democracia. El Frente para la Victoria no sólo sucumbió en la elección a diputados nacionales, que ganó por casi 10 puntos en todo el territorio santafesino el socialista Hermes Binner, sino que perdió por 120 mil votos en los comicios municipales rosarinos (26 puntos porcentuales) y hasta resignó un histórico bastión: la ciudad de Santa Fe, donde la coalición entre el socialismo y el radicalismo lo venció por escasos mil votos. Además de Binner –que queda posicionado como referente del centroizquierda a nivel nacional e incluso vuelve a aparecer como potencial candidato a gobernador–, el otro gran ganador de la jornada fue el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, que consiguió para su primer candidato a concejal casi el doble de votos que él mismo había obtenido en el 2003. Anoche, cuando la tendencia ya era irreversible, en el PJ provincial todas las miradas críticas tenían un destinatario: el gobernador Jorge Obeid.

Aunque el triunfo del Frente Progresista Cívico y Social lo habían pronosticado la mayoría de los encuestadores, los propios dirigentes socialistas y radicales se habían mostrado más que cautos durante los días previos al comicio de ayer. Razones no le faltaban: la provincia es gobernada de manera ininterrumpida desde hace 23 años por el PJ, que incluso logró retener la gobernación en el 2003, semanas después de la inundación que azotó a la capital provincial.La mesura de radicales y socialistas tenía otra explicación: la fuerte presencia del presidente Néstor Kirchner en la campaña santafesina donde encabezó dos actos proselitistas en el estadio de Ñuls, podía anticipar un cambio de tendencia por el arrastre presidencial.Avalado por su ocho años como intendente de Rosario, Hermes Binner volvió a ser ayer el candidato más votado en Santa Fe, al igual que en el 2003, cuando no pudo llegar a la Casa Gris por obra de la Ley de Lemas. Terminó venciendo a Agustín Rossi, el candidato “muleto” del Frente para la Victoria, tras las deserciones del ex ministro de Justicia Horacio Rosatti y la vicegobernadora, María Eugenia Bielsa.

A las 21.30, Rossi reconoció públicamente la derrota. Agradeció personalmente el apoyo que le había brindado el Presidente y recordó que al iniciarse la campaña el Frente para la Victoria estaba 30 puntos abajo de Binner. Al cierre de esta edición, la coalición entre socialistas y radicales, que se quedó con cinco bancas de diputados, le sacaba siete puntos de ventaja al kirchnerismo, que consiguió cuatro escaños.

Exultante, lejos de su estilo parco habitual, Binner apareció pasadas las 21.30 en el hotel Ariston de Rosario para agradecer a los santafesinos. Allí dijo no entender cómo en una provincia próspera y que exporta toneladas de alimentos hay decenas de chicos desnutridos. Al igual que en tiempos proselitistas “provincializó” su discurso, criticó elípticamente la gestión de Obeid pero se cuidó de atacar al Gobierno nacional, con quien mantiene una más que buena relación.En Rosario, el socialismo y sus aliados radicales hicieron una notable elección, obtuvieron siete de los concejales que se ponían en disputa, casi duplicando los votos que había sacado el propio intendente Lifschitz en los comicios del 2003 cuando llegó al Palacio Municipal. En la ciudad de Santa Fe, bastión histórico del peronismo, que incluso logró ganar en aquella ciudad meses después de la catástrofe hídrica del 2003, ganó la elección a concejales por menos de mil votos la coalición entre socialistas y radicales. El resultado de los comicios dejó en la provincia dos claros ganadores: Hermes Binner y Miguel Lifschitz, ambos posicionados para el 2007 para llegar uno a la gobernación santafesina y el otro para ser reelecto como intendente. Perdedores también dejó la elección: un PJ provincial que desde el reutemismo le endilgará la derrotaa Obeid.

De la mano de Binner, la oposiión doblegó al PJ (El Ciudadano)

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El Frente Progresista obtuvo el 42,5 por ciento de los votos contra el 33,4 del Frente para la Victoria

David Narciso

El Frente Progresista venció con comodidad en las elecciones de ayer y se quedó con 5 de las 9 bancas de diputados nacionales que estaban en juego en Santa Fe. Con poco más de 9 puntos de diferencia sobre el Frente para la Victoria, el triunfo opositor dejó en inmejorables condiciones a Hermes Binner para disputarle el gobierno provincial al Partido Justicialista en 2007. El ARI, en tanto, alcanzó su objetivo de consolidarse como tercera fuerza en Santa Fe, aunque sólo llegó al 6 por ciento de los sufragios, lo cual no fue suficiente para obtener la banca a la que aspiraba Alicia Gutiérrez.Al cierre de esta edición, y con el 90 por ciento de las mesas escrutadas, el Frente Progresista (PS- UCR) obtenía el 42,5 por ciento de los votos y se adjudicó 5 bancas; el Frente para la Victoria el 33,4 por ciento de los votos y 4 bancas; el ARI el 6,1 por ciento; el Partido del Progreso Social de Héctor Cavallero el 4,2 por ciento.

De acuerdo a estos resultados, los nueve diputados electos de Santa Fe son: Hermes Binner, Hugo Storero, Silvia Ausburger, Pedro Morini y Pablo Zancada (Frente Progresista); Agustín Rossi, Ana Berraute, Carlos Parola y Juan Sylvestre Begnis (Frente para la Victoria).La victoria de Hermes Binner cambia el mapa político de Santa Fe. Una de las primeras certezas es que el ex intendente quedó instalado como el referente opositor en la provincia y, salvo imponderables, el futuro candidato a gobernador dentro de dos años. Ese dato es relevante tanto para el justicialismo –que ayer vio erigirse desde las urnas al hombre que amenaza la hegemonía que ostenta desde 1983– como para los principales partidos del abanico opositor, incluido el propio socialismo. Por el lado del justicialismo, a partir de hoy se abrirá un fuerte debate interno en torno a las responsabilidades de la derrota y es probable que la gestión de Jorge Obeid –cuestionada filas adentro– termine siendo la que pague la mayor parte de los platos rotos por la profundización de las diferencias internas.

A su vez, el resultado de ayer instaló a Carlos Reutemann como un imprescindible para defender la Casa Gris en manos del justicialismo.La cantidad de adhesiones obtenidas por el Frente Progresista en Rosario fue determinante para el triunfo en todo el territorio provincial: más de 25 puntos de diferencia en la ciudad donde vota un tercio del padrón. Además, es visible que la candidatura de Binner operó un efecto arrastre importante que llevó a la lista de concejales que encabezaba Horacio Ghirardi a sacar un 44 por ciento, es decir unos cuantos puntos porcentuales por encima de lo que auguraban las más benévolas de las encuestas.De todos modos, la diferencia de votos en Rosario no es la única explicación: también en la capital provincial el Frente Progresista hizo una elección destacada.

De acuerdo a datos oficiales en el departamento La Capital obtuvo una diferencia de 4 puntos por encima del Frente para la Victoria. En total, la lista encabezada por Binner se impuso en 10 de los 19 departamentos.Un detalle a tener en cuenta es que un peronista menemista como Luis Rubeo y dos aliados como el Partido del Progreso Social de Héctor Cavallero y la Ucedé de Carlos Castellani fueron con boletas propias reteniendo votos que en otras oportunidades tributaban a los frentes liderados por el PJ santafesino: Luis Rubeo obtuvo el 1,8 por ciento, Carlos Castellani el 1,7 y Héctor Cavallero el 4,2. Si en un juego de hipótesis se suman esos sufragios al del Frente para la Victoria, aún así no hubieran llegado a empardar los del Frente Progresista.

El ARI, una fuerza política que disputa el espacio electoral del socialismo, volvió a demostrar una buena performance en algunas ciudades como Rosario, Santa Fe y San Lorenzo. Sin embargo, la diferencia entre los votos a concejales de ese partido por encima de la boleta de diputados nacionales induce a pensar que el electorado privilegia al socialismo y en particular a Hermes Binner como alternativa de poder provincial. Es como que la alianza negada por los dirigentes empezó a construirla el electorado a través del corte de boleta.La elección legislativa de ayer tuvo como particularidad –además del triunfo opositor que sólo se había dado en 1983, 1985 y 1997– que tanto los que reconocieron su derrota como los que se proclamaron ganadores lo hicieron sobre la base de datos extraoficiales (bocas de urna o relevo de mesas testigo) ya que los primeros datos oficiales desde el Ministerio del Interior de la Nación aparecieron recién después de las 22 horas.A diferencia de hace dos años, esta vez Binner esperó que su principal contrincante, Agustín Rossi, reconozca la derrota para recién después de las 21.30 presentarse en público. Excitado por lo que hasta esa hora eran tendencias y proyecciones, tomó el micrófono para revalidar las líneas directrices de su discurso de campaña, llamando a “construir una mejor provincia”, que “exporte más de lo que lo está haciendo pero dándole de comer a todos sus habitantes” (ver aparte).Apenas trascendió el resultado, su nombre empezó a repercutir en la prensa nacional y en boca de funcionarios nacionales. A las 23, su teléfono celular llevaba registradas 495 llamadas perdidas (de felicitaciones, se supone) originadas en distintos puntos del país. Un rato antes Agustín Rossi, desde el centro de prensa del Frente para la Victoria admitió el triunfo socialista. Sin la energía y la vehemencia de los actos de campaña, Rossi –sólo acompañado por otros candidatos como Osvaldo Miatello y la vicegobernadora María Eugenia Bielsa– agradeció “a todos los justicialistas que a lo largo y ancho de la provincia apoyaron la campaña”. Nombró a Jorge Obeid, Carlos Reutemann y en especial al presidente de la Nación Néstor Kirchner de quien dijo haberse sentido acompañado en todo momento (ver aparte

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