Un encuentro de lujo con Danielle Mitterand

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Hermes Binner fue uno de los pocos políticos argentinos que tuvo el privilegio de encontrarse con Danielle Mitterand. El encuentro entre el candidato a diputado nacional y la esposa del fallecido presidente francés Francois Mitterand tuvo lugar el martes pasado en el Hotel Bauen de la Capital Federal. Mitterand, quien preside la fundación France Libertés, es una de las principales promotoras mundiales del derecho al agua. Junto al intendente de Morón Martín Sabbatella y a otros miembros de la delegación francesa, Binner y Mitterand –de lúcidos 81 años- desgranaron durante más de una hora una lista de temas que fue desde la situación económica, social y política de Argentina hasta la actualidad de Francia. En el medio hubo tiempo para conversar sobre el servicio de agua potable en la provincia de Santa Fe y las andanzas internacional de la Suez Lyonnaise des Eaux, multinacional francesa que hasta hace poco operaba Aguas Provinciales.

Hermes Binner empezó contando sobre la situación del servicio de agua potable en la provincia de Santa Fe. "La infraestructura fue hecha por el municipio en un momento en que se nacionalizaron ese tipo de trabajos, bajo la órbita de Obras Sanitarias de la Nacion. Después, con otro gobierno, la Nación transfirió a cada provincia toda la infraestructura instalada, que a su vez privatizó toda esta instalación, que originalmente era municipal", dijo Binner. "Eso es difícil de entender para un europeo", respondió Mitterand, quien además se interesó por conocer los detalles de la privatización del servicio, ocurrida a principios de la década de los ’90 bajo la presidencia de Carlos Menem. Binner siguó diciendo lo complicado de la situación actual: "estamos en una situación difícil, llega noviembre y no se ven alternativas claras por parte del gobierno. Nosotros proponemos, ante la falta de respuestas oficiales, que se tome el ejemplo de las cooperativas, y que se municipalice el servicio en los casos que se puede hacer. En Rosario, por ejemplo, el servicio ya fue municipal".

Ante estos datos, Mitterand se comprometió a mandar información sobre el ejemplo de Grenoble, ciudad francesa de medio millón de habitantes que también conoció los avatares de una privatización mal hecha. "En Grenoble el servicio volvió a municipalizarse hace 5 años atrás, después de haber estado 10 años con el servicio privatizado. Las cosas fueron tan turbias que esto provocó incluso que el ex intendente fuera preso por contratos poco claros con la concesionaria, que era la Suez Lyonnaise des Eaux. Había habido irregularidades en la concesion. El caso de Grenoble demostró que el servicio de provisión de agua puede ser público, de excelencia y barato", explicó la ex primera dama francesa. "En nuestra fundación tenemos especialistas en los contratos que hacen las multinacionales. Vamos a mandarles toda la documentación que tengamos. Tenemos asesores legales también. Tenemos expertos con una visión muy clara de las prácticas de las multinacionales en los diferentes países", agregó, para terminar afirmando que "no se puede hacer todo esto sin consultar a la gente, a los usuarios. Hay que hacer audiencias, dar a conocer lo que se hace. Los ciudadanos tienen el derecho a saber qué hacen las empresas que operan los servicios esenciales".

"Estamos preparando un libro sobre el tema del agua. Está destinado a dirigentes, a intendentes, esta en preparación. Hay datos históricos, ejemplos, consejos jurídicos. Queremos ayudar a todos los dirigentes que favorezcan una vuelta a la gestión pública de un bien esencial como el agua", expresó.

Ya hacia el final de la charla, Binner le contó una anécdota relacionada al triunfo electoral de su marido. "EN 1981, en plena dictadura, nos juntamos un grupo de 60 socialistas para festejar el triunfo de Francois Mitterand", recordó el ex intendente de Rosario. Mitterand aprovechó para relatar que cuando su marido accedió a la presidencia "los dos se dieron cuenta de lo fuerte que era el poder del dinero". "La resistencia de los sectores de poder al cambio social era enorme. A Francois le costó mucho llevar adelante una política socialista, no lo dejaron hacer. Después de dos años de gobierno se le hizo casi imposible. El concepto de moda era el "rigor económico". El se sintió muy solo, pero igual intentó aprovechar al máximo lo que pudo hacer".

Como reflexión final, Danielle Mitterand hizo un llamado a confiar en la gente: "Creo que hay que confiar en los ciudadanos. La gente tiene cada vez más información. El no a la Constitución europea, un proyecto totalmente neoliberal que llevaba al colmo las privatizaciones, tuvo un fuerte voto por parte de la juventud. Fueron en buena parte las nuevas generaciones las que le dijeron no a la Europa neoliberal. La gente no se dejó manipular, ni siquiera por una parte de la cúpula socialista, que quería votar a favor".

Un encuentro de lujo.